tu mesa

Pocas cosas hacen y une más a una familia que participar juntos a la hora de las comidas. La mesa tiene un lugar esencial en nuestra vida.  Sentimos el calor de la familia, cuando sentados alrededor de ella, compartimos un delicioso plato confeccionado con especial  cuidado para satisfacer la necesidad de alimentar nuestro cuerpo. Sin darnos cuenta también nutrimos nuestra alma.

No hay tiempo mejor para contar una anécdota de la  vivencia del día, tampoco lo hay,  para dar un consejo o recibir una  enseñanza. Es el mejor momento para conversar, exponer nuestras ideas, contar nuestros anhelos, ilusiones y preocupaciones, aún nuestros gustos. Conocer como piensan los demás, saber cuál es la noticia del momento o aún contar un buen chiste para alegrar el ambiente. Rico poder decir lo que pensamos, sin cuidar nuestras palabras, porque estamos reunidos con aquellos que queremos, sabiendo que igual van a ser bien interpretadas o inclusive perdonadas,  estamos en la intimidad del hogar nos conocen y aceptan como somos….

Nada enseña más nuestra forma de ser como la manera de sentarnos a la mesa, el permitir que otros se sirvan primero, tomar los cubiertos con delicadeza, cortar una pieza de carne con pericia, cerrar la boca cuando masticamos los alimentos, no hablar con la boca llena, no usar los cubiertos para reforzar nuestros comentarios,  son normas de conducta que hablan de la delicadeza de nuestros modales y de nuestro corazón, porque aunque no  pensemos así, una cosa habla de la otra.

Cuando no tenemos cuidado con estos “pequeños” detalles, no sólo es feo, sino muy desagradable para quien está con nosotros ..  “En la mesa y en el juego la educación se ve luego” Reza el refrán. “No hagas a otro lo que no quieras que te hagan a ti” es la regla de oro de una buena convivencia. Debemos tener cuidado de hacer parte de nuestra vida el adquirir buenos modales, educarnos, ser  gentiles, tal vez es bueno saber que esto no sólo adorna a quien los posee, sino que usados con sencillez y sin afectación adereza nuestras relaciones con los demás y demuestran una vez más,  “amor”, a los que están cerca de nosotros.

Formamos parte de una sociedad, no estamos solos, convivimos  con otros gracias al Señor. Invitar a compartir nuestra mesa y nuestra comida.. es el mejor agasajo que podemos hacer a nuestros amigos, que lindo hacer y mantener la amistad, conversar y conocerles un poco más. Un mantel nítido, una mesa linda, bellamente arreglada, una exquisita comida, una conversación amena,  hacen cualquier rato, imborrable. Y …. no tienes que servir costosos manjares, sino que ofrecer  con agrado aquello  que  con especial  cuidado  sazonaste para halagar su  paladar.

Los cumpleaños, bodas, aniversarios,  etc. etc.  Todas nuestras fiestas, las celebramos alrededor de una mesa, de hecho casi toda nuestra vida gira alrededor de la mesa, aún los hijos hacen sus tareas y,  nosotras….. las costuras.

Si, tú mesa, es importante.

About Sermujer

Soy mujer... he vivido. En ese tiempo, he visto como muchas hemos perdido nuestra identidad.... sin duda alguna, esto ha hecho impacto al mundo de hoy.
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